Sistemas de almacenamiento de energía
El almacenamiento de la energía que proviene de fuentes renovables de generación ha tomado fuerza en los últimos años derivado a una tecnología cada vez mas eficiente y accesible.
A diferencia de los sistemas interconectados a la red si contamos con baterías podemos almacenar la energía y usarla cuando mas nos convenga, estos sistemas puedes ser completamente aislados, es decir, durante el día usamos y almacenamos la energía generada por los paneles solares para usarla durante la noche. Otra opción que en tiempos recientes toma fuerza son los sistemas híbridos, en estos seguimos usando la energía del suministrador eléctrico (CFE) al mismo tiempo que almacenamos la energía para usarla en caso de una interrupción del servicio eléctrico o en el caso de usuarios industriales se puede usar para obtener beneficios tarifarios.
Los principales componentes de un sistema fotovoltaico autónomo o híbrido son:
- Paneles solares: Encargados de captar la radiación solar convirtiéndola en corriente directa.
- Inversores CD/CA: Convierte la corriente directa captada en los paneles a corriente alterna, para ser utilizada para el funcionamiento de cualquier dispositivo. Pueden ser de onda pura, modificada o inversores cargadores (híbridos)
- Controlador: Impide que las baterías reciban una sobrecarga cuando alcanzan su máxima capacidad, evitando malos funcionamientos.
- Banco de baterías: Almacenan toda la energía captada por los paneles solares, garantizando energía disponible en todo momento.
- Estructura: Sistema de montaje de aluminio anodizado especial para paneles solares.
Algunas aplicaciones de los sistemas autónomos:
Zonas sin acceso a servicio eléctrico
Sistemas de bombeo solar
Cargadores para autos eléctricos
Sector náutico
Telecomunicaciones
Agricultura y ganadería
Principales usos
El uso más común y conocido de un sistema de baterías para almacenar energía es el de aprovecharla cuando hay un corte o falla en el suministro eléctrico.
Como aliado de las fuentes renovables de energía “intermitentes” como la eólica y solar, ya que estas energías dependen de la naturaleza, todos los factores y variables que intervienen hacen complicado que realizar cálculos exactos sobre generación en periodos de tiempo específicos, los sistemas de almacenamiento resuelven la intermitencia para tener energía durante la noche o cuando no hay viento.
Mientras mayor sea el almacenaje de energía proveniente de energías renovables que se pueda usar en cualquier momento, el mundo se acercará hacía la transición energética y a cerrar el ciclo sustentable para todos los procesos industriales, comerciales o residenciales.
Autoconsumo
A diferencia de los sistemas aislados e interconectados los sistemas de autoconsumo integran módulos fotovoltaicos y un banco de baterías para reducir la dependencia a la red eléctrica.
Lo que te ayudará a elegir el autoconsumo es que podrás decidir si deseas o no, inyectar a la red eléctrica. Con algunos inversores/cargadores también podrás convertir una interconexión en un sistema de autoconsumo para aprovechar la energía del sol a cualquier hora.
Ventajas en la industria
El uso más común es el de tener energía disponible en caso de falla o corte de suministro eléctrico y para sustituir generadores eléctricos de algún combustible fósil caro e ineficiente.
Gestión de potencia:
Adicional al consumo de energía (kWh) consumida, uno de los cobros que realiza CFE en los servicios industriales es el de Demanda Máxima la cual se mide en periodos de 15 minutos y CFE cobra por tener disponible en periodos específicos esa demanda. Al tener energía almacenada y conocer los horarios en los que se requiere, es posible liberar la energía durante estos picos de demanda para reducir el cobro en el recibo de CFE.
Sistema de respaldo y/o gestión tarifaria horaria:
En la tarifa industrial GDMTH (demanda superior a 100 kW) el costo por kilowatthora consumido depende del horario en el que se consume, por ejemplo, es más barato consumir energía durante la mañana y es más caro consumir energía durante la noche. Al tener energía almacenada y conocer los horarios en los que se requiere, es posible liberar la energía durante los horarios punta y reducir el cobro en el recibo de CFE.
Al conjuntar estas tres formas de usar la energía almacenada se logra un atractivo retorno de inversión de un sistema de almacenaje con baterías sobre todo para industrias con altos consumos, ya que derivado de la limitación en generación distribuida de sistemas fotovoltaicos a 500 kW de instalación fotovoltaica en sitio, el almacenaje puede hacer que aumente el ahorro en hasta un 30% adicional.